Hoy venía en el tren de vuelta a casa, sentado, relajado después de un largo día de trabajo. Estrujándome el ingenio, con mi libreta y mi bolígrafo en mano. Mirando alrededor y pensando. Pensando o y mirando alrededor. Mirando a la gente en busca de un flash, de una idea, de un algo que exprimir. La gente me miraba extrañada. A la gente les pone nerviosos que les miren y más todavía que les observe un extraño en el cercanías.
Nada, mente vacía. En blanco. Extraño, porque cuando te dicen que no pienses en nada, que dejes totalmente vacía tu mente, nunca lo consigues, siempre te viene a la cabeza alguna leve idea que mancha esa blancura que buscas. La mente es como es y no hay más que hacer.
La ficción es predecible y por mucho que inventemos historias, personajes o animemos objetos dentro de nuestras cabezas, la realidad siempre superará, y hoy con creces, a la ficción. Así que hoy, y siguiendo la sapiencia escondida tras "si no puedes mejorar el silencio, mejor cállate", me rindo a los pies del destino, porvenir o ente supremo que escribe la realidad. ¡Ojalá algún día pueda escribir la realidad!
Nada, mente vacía. En blanco. Extraño, porque cuando te dicen que no pienses en nada, que dejes totalmente vacía tu mente, nunca lo consigues, siempre te viene a la cabeza alguna leve idea que mancha esa blancura que buscas. La mente es como es y no hay más que hacer.
La ficción es predecible y por mucho que inventemos historias, personajes o animemos objetos dentro de nuestras cabezas, la realidad siempre superará, y hoy con creces, a la ficción. Así que hoy, y siguiendo la sapiencia escondida tras "si no puedes mejorar el silencio, mejor cállate", me rindo a los pies del destino, porvenir o ente supremo que escribe la realidad. ¡Ojalá algún día pueda escribir la realidad!
2 comentarios:
Tu realidad la escribes en cada paso y cada acción que das, y frente a esas aberraciones de la realidad, a nosotros nos queda escribir una, la nuestra, que sirva para hacer la que todos compartimos algo mejor.
Un saludo desde Madrid.
PD: ojalá alguien tan noble como tu pudiese escribir la realidad, pero como decía un escritor que ahora no recuerdo:"muchas veces escribo para ofrecer a mis lectores un refugio frente a la cruel realidad."
Alberto: ya sé que mi realidad la escribo yo, pero me gustaría, al menos por un día, escribir la realidad universal. Uno se debe sentir genial moviendo el mundo.
Un saludo cordial y gracias por tu tiempo.
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